“Vagabundeé mentalmente durante varias semanas, buscando la manera de empezar. Toda vida es inexplicable me repetía.
Por muchos hechos que cuenten; por muchos datos que se muestren, lo esencial se resiste a ser contado.
Decir que fulanito nació aquí y fue allá; que hizo esto y aquello, que se casó con esta mujer y tuvo estos hijos, que vivió, que murió, que dejó tras sí estos libros o esta batalla o ese puente, nada de eso nos dice mucho.
Todos queremos que nos cuenten historias, y las escuchamos del mismo modo que las escuchábamos de niños.
Nos imaginamos la verdadera historia dentro de las palabras y para hacer esto sustituimos a la persona del relato, fingiendo que podemos entenderle porque nos entendemos a nosotros mismos.
Esto es una superchería.
Existimos para nosotros mismos, quizá, y a veces incluso vislumbramos quiénes somos, pero al final nunca podemos estar seguros, y mientras nuestras vidas continúan; nos volvemos cada vez más opacos; más y más conscientes de nuestra propia incoherencia."
Paul Auster
La habitación cerrada, de Trilogía de Nueva York (fragmento)